Don Cangrejo pone a la venta una Cangreburguer podrida para ahorrar poco dinero. Para demostrar que aún sirve, Don Cangrejo la ingiere y termina hospitalizado por intoxicación alimentaria. Don Cangrejo negocia con el Holandés Volador por su alma, lo que lo lleva a olvidar sus costumbres baratas y miserables.